Desde la perspectiva de Alex, una ni¤a de 8 a¤os, con la complicidadde su inseparable perrita Mixta, vivimos en primera persona elsentirnos mayores e importantes al hacernos part¡cipes de unaexperiencia ancestral que une a la comunidad, Aportando al mismotiempo una visi¢n amable y enriquecedora del Lobero, un personaje real de los siglo XVII y XVIII; cuya historia nos hace reflexionarrespecto a qu‚ uso y finalidad darle a nuestras propias habilidades.La convivencia en el mundo rural entre las distintas generaciones ayudaa comprender el presente, respetando y agradeciendo el pasado.