Una novela de aventuras, dura, llenade fuerza y valentía, donde se revelan los deseos obsesivos de unamujer que huye de lo conocido para recuperar lo que queda de símisma. Galardonada con elPremio Goncourt 2016 a la primera novela. «A partir deahora vas a tener que demostrar lo que vales. Tenemos tres semanaspara pertrechar el barco, reparar las líneas y encarnar los palangres. En adelante el único propósito en tu vida será trabajar para elRebel, día tras día, noche tras noche.» Estas son lasprimeras palabras importantes que oye Lili, una joven francesa quellega a Alaska, la última frontera, para realizar un sueño que es casi una obsesión: embarcarse en un pesquero por el inhóspito Pacíficonorte. A bordo del Rebel, Lili tendrá que superar toda clase dedificultades, desde la dureza del clima hasta los recelos de latripulación, un grupo de hombres de pocas palabras y mirada hosca. El cielo gris lo cubre todo, el agua de las olas se mezcla con las escamas de los peces que bailan su danza macabra en cubierta. Sondías enteros de mal comer, noches de mal dormir, con las manos heridas y la mirada fija en el horizonte. En el puerto solo la espera el humo de un pub que sirve cervezas baratas, pero allí está Lili con su cara curtida. Entonces, ¿por qué Alaska, por qué el mar, por quéese ir y venir constante entre el riesgo absoluto y el tedio? Mejor no hacer preguntas y seguir leyendo esta novela dura, llena de fuerza yvalentía, que ha nacido de una experiencia real y ha llegado hastadonde se acaba el mundo y asoma la buena literatura.Reseña:
«Allí, donde se acaba el mundo arrastra al lector al interior de una historia singular y apasionante sobre la condición humana.»
Le Figaro «La historia de Poulain es la deuna mujer muy fuerte. Además de pescar en Alaska ha trabajado enfábricas de conservas de Islandia, como camarera en Hong-Kong, comoviticultora en el Médoc y ahora como pastora de ovejas en los Alpes.Lo primero que aprendió en Alaska fue que para hacerse respetar nodebía dejar que nadie le tocase ni un pelo, ni a bordo ni en elbar.»
Ernest Alós, El Periódico de Catalunya «Elviaje que propone Poulain no es sólo geográfico: sueña con hacerse ala mar en un pesquero en Alaska, y persigue su anhelo con la fuerzacon la que uno se aferra a la vida para sentirla con intensidad.Extrema en los sentimientos, la autora recrea su hazaña enrolada en un palengrero, la peligrosa pesca de fletanes, y lleva el mar bravo yfrío como un paisaje mental.»
Carol Álvarez, Tendències (ElMundo)