En este cuarto y último volumen se sintetiza cuanto ha sido estudiadoen los tres anteriores, y se llega así a la meta de toda la obra dando respuesta a una de las inquietudes más acuciantes del ConcilioVaticano II. Se han pretendido enfocar de forma positiva los problemas que surgen en el diálogo con las posturas ateas, diálogo que resultaimprescindible para llegar a la verdad.