Parece claro que la felicidad es el fin último al que aspira lavida humana. Pero ¿cuál es la verdadera esencia de la felicidad? Aesta espinosa cuestión se enfrenta Aristóteles en la Ética aNicómaco. Entre los muchos valores que es posible atribuir alfilósofo de Estagira se cuenta este texto, sin duda el más influyentey elaborado de sus escritos sobre ética. Resultado de la selecciónrealizada por su hijo Nicómaco con las notas que el propio autorutilizaba para sus lecciones en el Liceo, la obra resume las claves de la reflexión moral de su autor. Y aún más meritorio es el hecho dehaber sido él quien, por vez primera en la literatura universal,aborda la disciplina como rama filosófica independiente. ParaAristóteles, la ética, ciencia de los hábitos y el carácter, no es unsaber meramente teórico, sino que despliega una dimensión práctica enla búsqueda de la virtud, el bien más preciado por ser patrimonio delalma. Al igual que en la Ética a Nicómaco, Aristótelesabordó las formas y las condiciones de la virtud moral en su Éticaa Eudemo, pero algunos datos parecen indicar que cronológicamentefue esta la primera obra que escribió sobre el tema. A pesar de lasmúltiples coincidencias entre ambos tratados, es interesante comprobar sus diferencias, observándose cómo en la Ética a Eudemo hayaún cierta cercanía a las enseñanzas platónicas, sobre todo encuestiones teológicas, y cómo hay un ligero cambio de perspectiva enla búsqueda de la virtud.
Publicado originalmente en la BCG conel número 89, este volumen ofrece traducciones castellanas de lasÉticas aristotélicas: Ética a Nicómaco y Ética a Eudemo(firmadas por Julio Pallí Bonet). La introducción original ha sidorevisada y corregida por su autor, Emilio Lledó Íñigo (Real AcademiaEspañola).