Rilke escribi¢ este libro tras una larga estancia en Rusia, dondevisit¢ a Tolstoi, quien le causar¡a una gran impresi¢n. Quiz de suinfluencia, y de las conversaciones con los campesinos, han surgidoestas extraordinarias Historias del buen Dios, un libro en el que, amodo de par bolas, trece narraciones bucean en las ra¡ces del ser. Elnarrador elige como destinatarios de sus historias a distintospersonajes: Ewald, un paral¡tico asomado siempre a la misma ventana,el pedante Baum, su propia vecina o incluso, en la historia final, laoscuridad. Pretende que ellos, a su vez, las transmitan a los ni¤os,quiz los £nicos capaces de entenderlas en toda su profundidad. Cadauna de las historias puede leerse, en su sentido literal, comof bulas fant sticas en las que la figura de Dios ocupa un lugarpreeminente; pero los textos tienen tambi‚n otra lectura, en la quelas cuestiones morales, religiosas e incluso pol¡ticas afloran atrav‚s de s¡mbolos y sobreentendidos. Historias del buen Dios es talvez el texto en prosa de Rilke de mayor belleza y sensibilidad, y sinduda pide ser le¡do desde "la oscuridad de los corazones", ese lugarque, seg£n Rilke, Dios prefiere en lugar de "la clara y fr¡aespeculaci¢n de los pensamientos".