Ya sabemos qué hacer cuando tenemos hambre, sed o sueño: comer,beber o dormir.Pero la mayoría no sabemos qué hacer cuandoestamos tristes, angustiados o decepcionados.Sin embargo, existe el entrenamiento emocional, aunque ahora nos sorprenda tanto comohace unas décadas nos sorprendía ver correr a alguien por la calle.Igual que hemos incorporado el entrenamiento físico, vamos aincorporar el emocional.En El libro de las pequeñasrevoluciones Elsa Punset nos muestra cómo hacerlo. Se trata de pequeñas acciones cotidianas al alcance de todos que van a cambiarnuestro bienestar emocional.Siguiendo la estela de Unamochila para el universo (250.000 ejemplares vendidosy sigue), Elsa Punset adopta su vertiente más popular y práctica:todos sus conocimientos sobre inteligencia social y emocionalaplicados a nuestras preocupaciones más cotidianas.El estrés enel trabajo, el clima emocional en casa, la voz pesimista quesiempre surge cuando menos la necesitamos, aquellos entornos tóxicosque no nos hacen sentir bien, el miedo que nos invade ante lodesconocido o la ira que nos irradia cuando algo nos supera dejarán de ser situaciones de nuestro día a día a las que no sabremos cómo hacer frente.