DE todos los heter¢nimos de Fernando Pessoa (1888-1935) acaso seaAlvaro de Campos el m s complejo, el m s contradictorio y, por qu‚ no, el m s fieramente humano. El m s vivo en definitiva. Disc¡pulo, comoel propio Pessoa de Alberto Caeiro, la escritura de Campos prontoevidencia su originalidad adhiri‚ndose a los movimientos de vanguardia con sus c‚lebres odas Mar¡tima y Triunfal o Transcurso de las horas,pero pronto su escritura libre y vehemente experimentar una evoluci¢n hacia una poes¡a m s metaf¡sica, fruto de la cual nacen poemas comoEstanco (Tabaqueria) o Al volante de un Chevrolet por la carretera deSintra, poemas que rozan el nihilismo y que de alguna manera nosconducen a la senda de Libro del desa sosiego.No son pocas las ediciones que de Campos han surgido hasta la fecha,pero es la de Teresa Rita Lopes —la que seguimos en esta edici¢ncompleta de sus poemas— la m s fiable y la que cuenta con m scualificados adeptos.