Uno de los episodios m s heroicos y desconocidos de la historia deEspa¤a narrado por uno de los escritores m s brillantes de laliteratura contempor nea: el desastre del 98 y la p‚rdida de Filipinas en la nueva entrega literaria de Juan Manuel de Prada.Entre el 30 de junio de 1898 y el 2 de junio de 1899, un destacamentoespa¤ol resisti¢ el asedio de las tropas filipinas, muy superiores enn£mero, en la iglesia del pueblo de Baler, en la isla de Luz¢n,incluso cuando aquellas tierras hab¡an dejado ya de ser espa¤olas.Aquellos soldados pasar¡an a la historia como «los £ltimos deFilipinas».En Morir bajo tu cielo, inspir ndose en aquel episodio,Juan Manuel dePrada nos propone una inmersi¢n en la Filipinas de la ‚poca, de lamano de personajes inolvidables que permanecer n en la memoria y elcoraz¢n de los lectores: oficiales heridos por un secreto dolor,frailes trabucaires, soldados tratados como carne de ca¤¢n por susgobernantes, insurrectos filipinos llenos de grandeza y coraje,traficantes de armas sin escr£pulos y mujeres excepcionales que han de serlo en un mundo spero y turbulento. El lector los acompa¤ar ensus batallas f¡sicas y dial‚cticas por cuarteles y palacios, fumaderos de opio y lupanares, reuniones nocturnas del temible Katipunan,selvas acechadas por los feroces ilongotes, manglares infestados decaimanes y haciendas donde a£n se respira el perfume de la Arcadia,antes de confluir todos en Baler, donde los aguarda su destino.Novela ‚pica y novela intimista, novela de aventuras y novela deideas, Morir bajo tu cielo es tambi‚n un homenaje a tantos hombres ymujeres que suplieron la ineptitud de unos gobernantes nefastos convoluntad, valor, sacrificios personales y amor a sus semejantes.
En palabras del propio Juan Manuel de Prada: «En Morir bajo tu cielo,con el tel¢n de fondo hist¢rico de la p‚rdida de Filipinas, pruebo ahacer novela de aventuras ex¢ticas y novela pol¡tica, novela rom ntica y esperpento, novela intimista y novela b‚lica. Es una historia delargo aliento, coral y apasionada, protagonizada por hombres y mujeres heroicos, en contraste con la Espa¤a de la Restauraci¢n, pululante de pol¡ticos corruptos y fariseos profesionales, que los sacrific¢ sinque le temblara el pulso. M s o menos como nos sacrifican hoy, porcierto».