SANTACANA I MESTRE,JOAN / HERNANDEZ CARDON
Los museos de historia suelen ser espacios en donde el pasadopermanece disecado; y disecar, seg£n com£n definici¢n, es preparar uncad ver para que conserve la apariencia de cuando estaba vivo. Estaha sido precisamente, durante d‚cadas, la funci¢n del museo cuando suobjeto de estudio es la historia: preparar su cad ver cual siestuviera viva. Pero la historia viva es una entelequia; el momentohist¢rico es un cruce evanescente y moment neo de transici¢n entrepasado y futuro. La aut‚ntica historia viva no est nunca en elmuseo, pero su herencia se puede leer, intuir o detectar en lascalles y plazas de pueblos y ciudades, en el trepidar de lasm quinas, en las expresiones populares, en el subsuelo de nuestroscampos. Por el contrario, lo disecado es lo que ya no tiene vida; tansolo apariencia de vida. ¨Cu l es la historia que transmiten losmuseos de historia?, ¨de qu‚ forma lo hacen? Sabido es que lahistoria, en el museo y fuera de ‚l, suele ser usada para manipularel pensamiento colectivo, para generar identidades excluyentes o parajustificar matanzas y guerras. Sin embargo, para poder ser utilizadacomo arma perversa al servicio de intereses espurios, es necesariodesposeerla de todo aparato cr¡tico, amputarle partes esenciales ofalsear el papel de personajes faltos de toda humanidad. Por estasrazones, se puede asegurar que los pensamientos totalitarios, y lasaberraciones del sentido com£n a las cuales son sometidos a veces lospueblos y las colectividades, solo son posibles cuando el cuerposocial ha sido despose¡do previamente del conocimiento cr¡tico de supropio pasado y del pasado de los dem s pueblos. Por eso, cualquierintento de envilecer la pol¡tica suele ir precedido de laaniquilaci¢n de la historia como disciplina cient¡fica. En esta tareade adoctrinamiento, la historia es un material que estorba, y solo sepuede permitir que exista si est al servicio de la barbarie. No haexistido jam s una dictadura o un totalitarismo que no se inspiraraen supuestos valores hist¢ricos previamente castrados y manipulados?El discurso de todo museo de historia debe, pues, hacer frente a estaevidencia insoslayable, a la vez que ha de tender la mano a losdesaf¡os planteados hoy por la museograf¡a interactiva, que sin dudahabr de obligarlos a reestructurarse para no seguir siendo ellosmismos, tambi‚n, piezas de taxidermia. Joan Santacana i Mestre(Calafell, Tarragona 1948), arque¢logo, muse¢logo y didacta, fuedisc¡pulo de J. Maluquer de Motes y de M. Tarradell en la Universidadde Barcelona, donde se licenci¢ en arqueolog¡a e historia antigua en1973. Fue catedr tico de geograf¡a e historia en la ense¤anza media.Se doctor¢ en pedagog¡a por la Universidad de Valladolid en 1994.Profesor de did ctica de las ciencias sociales en la Universidad deBarcelona, fue miembro fundador del grupo de renovaci¢n did cticaHistoria 13-16 y, junto con Francesc Xavier Hern…ndez Cardona, delTaller de Proyectos de Museolog¡a y Patrimonio (Didpatri) de lacitada universidad. Ha sido tambi‚n uno de los m ximos impulsores dela museograf¡a did ctica en Espa¤a, as¡ como el promotor de algunasde las primeras iniciativas en la reconstrucci¢n in situ deyacimientos arqueol¢gicos en nuestro pa¡s. Como muse¢logo, es autorde numerosos proyectos de intervenci¢n en museos, centros deinterpretaci¢n, conjuntos patrimoniales y yacimientos arqueol¢gicos.Miembro de diversas sociedades cient¡ficas, es fundador de la revistade museolog¡a Her&Mus (en esta editorial). Entre sus publicacionesrecientes sobre museograf¡a cabe citar Ense¤anza de la arqueolog¡a yla prehistoria (con F. X. Hern…ndez Cardona, 1999), Museograf¡adid ctica (coord., con N£ria Serrat, 2005), Museolog¡a cr¡tica (conF. X. Hern…ndez Cardona, 1999), Museo local: la cenicienta de lacultura (con Nayra Llonch Molina, 2008), Ciudad educadora ypatrimonio. Cookbook of heritage (con Laia Coma Quintana, 2010) yManual de museograf¡a interactiva (coord., con Carolina Mart¡nPi¤ol), las cuatro £ltimas en esta misma colecci¢n. FrancescH