Junio del a¤o 800. Palacio de Aquisgr n, mientras Carlo Magno vigilala costa de Normand¡a plagada de piratas, el di cono Fridegisopresenta a sus compa¤eros de la corte palatina la c‚lebre carta sobrela nada y las tinieblas, el primer texto inequ¡vocamente «filos¢fico»que se origina en la Europa medieval.En dicha carta, por medio de una prosa restallante y directa,Fridegiso de Tours argumenta, con un coraje ins¢lito, la existencia de la nada y las tinieblas.Tras su vuelta de Normand¡a, Carlomagno, reci‚n nombrado Emperador del Imperio Romano, consulta a un asesor de confianza, el monje irland‚sDungalo, para indagar si la carta incurre en alg£n tipo de herej¡a. La presente edici¢n incluye dicha carta de Carlomagno, aunque, pordesgracia, no conocemos la respuesta de Dungalo.La nada y las tinieblas, de Fridegiso, constituye sin duda una de lasreflexiones m s audaces de la Edad Media, concebida dentro de laEscuela Palatina, el centro cultural m s importante durante elgobierno carolingio. En ella se entrevera pensamiento, juego y osad¡a, y logr¢ provocar un importante debate que ha durado hasta tiemposrecientes.En suma, La nada y las tinieblas es un documento excepcional querecoge buena parte del pensamiento de una ‚poca poco conocida, como es el medievo, y sin embargo clave en la fundaci¢n del pensamientooccidental.Seg£n Tom s Poll n, «no es casual que el primer texto inequ¡vocamentefilos¢fico de la nueva Europa aborde una cuesti¢n filos¢fica l¡miteque ha marcado el destino de Occidente, como es la cuesti¢n de lanada».