Es ‚sta una obra breve, original e intensa que Ludwig Wittgensteincompuso durante muchos a¤os. En estos apuntes, Wittgenstein opina tanto sobre la magia y lareligi¢n, como sobre las ilusiones de la explicaci¢n de los fen¢menosemotivamente primarios o acerca de la semejanza en los comportamientos entre los primitivos y los civilizados. Y por encima de todo se¤alacu l es la condici¢n del hombre moderno y su ceguera no ya paraentender a los dem s, sino para comprenderse a s¡ mismo. Porque se nos ha hecho opaca nuestra propia naturaleza. Una obsesiva necesidad dedominarlo todo ha tenido por consecuencia el olvido de nuestro serritual, expresivo y ceremonial. Su recuperaci¢n no implicar¡airracionalidad, sino que, todo lo contrario, es la condici¢n de lasana racionalidad.Esta obra es un conjunto de notas publicadas p¢stumamente y casi porazar. Para la mayor¡a permanec¡an a£n desconocidas. Para otrosconstituyen uno de los legados m s interesantes y originales deWittgenstein. Ante esta situaci¢n, son tres, en principio, lasalternativas que se le ofrecen al estudioso. La primera, centrarlastodo alrededor de la figura de su autor. La segunda, tratar deentroncarlas en alguna parte de su obra. Finalmente, se abre laposibilidad de enlazar a Wittgenstein con algunas de las corrientesfilos¢ficas actuales. Por otra parte, y sin desconocer la importanciade las tres posibilidades citadas, se puede entrar directamente en eln£cleo de lo que ‚l expone, intentar dar con la sustancia que seexpone en estas breves p ginas. Porque —y es un ejemplo— perseguir lareligiosidad o irreligiosidad del mismo Wittgenstein puede parecer una tarea secundaria. Secundaria para algunos, naturalmente, pero no para ‚l.