En El silencio del patinador asistimos a la confirmaci¢n de un autorheterodoxo, due¤o de un estilo y una fabulaci¢n que rozan elvirtuosismo, igualmente dotado para la iron¡a o el sarcasmo, larecreaci¢n de ambientes o la creaci¢n de realidades nuevas. Si enCo¤os Juan Manuel de Prada se burlaba de los g‚neros para celebrarluminosamente el cuerpo femenino, en El silencio del patinador nosofrece, como en un aquelarre, la cara m s oculta de las cosas, laradiograf¡a atroz, visionaria y absurda de una realidad que latedentro de nosotros. Ni¤os a punto de dejar de serlo, adolescentesinflamados de insomnio, arribistas acostumbrados a cualquierabyecci¢n, escritores enfermos de mediocridad, bohemios de leyenda yotras faunas mitol¢gicas componen el mosaico de este libro, convocadas por la prosa delictiva, irreverente y sentimental de Juan Manuel dePrada. Un libro destinado a perdurar, que no da tregua a sus lectoresy les abre un abanico de mundos insospechados.