La familia de Paco, un niño natural de Tacoronte, decide ingresarlo en un internado de Madrid en 1919. La deficiencia que padecía, hacíanecesario su traslado y la dramática separación de su familia quientermina por reconocer que solo en un colegio especializado en laenseñanza del habla y de la lectura labial, el pequeño, podrá salir de su mutismo e integrarse en una sociedad que, en aquel momento, élconsidera hostil.
Lázaro, impotente al verse incapaz de explicarlea su hijo el motivo de aquel abandono, regresa a Tenerife con el ánimo desgarrado. El tiempo y las visitas que le irá haciendo, recompondrán los jirones hasta el punto de tener el convencimiento de lotrascendental que había sido aquella decisión.
Paco, ya casi unhombre, después de estar interno durante diez años, logrando losobjetivos que se le habían planteado, retorna a la isla comprobandoque es capaz de comunicarse con su entorno y de poder vivir condesenvoltura.