En la primera p gina de A riesgo de ser ni¤o, Antonio San Miguel sepregunta, citando a Nicanor Parra: ¨Cu ntos brazos me quedan porabrir? Y es que todo el libro es una invitaci¢n a abrir los brazos, el coraz¢n, las conciencias, a situaciones que nos conmueven; sobre todo si nos permitimos abrir los enlaces que encabezan casi todos lospoemas. Te invito, querido lector, a que veas las fotograf¡as quesugieren cada poema. Y desde el primer poema nos arrastra como un hilo invisible desde im genes duras, a veces brutales; y sus palabras setransforman en golpes secos en nuestras conciencias sin caer en laf cil sensibler¡a: pues el futuro escribe con renglones de muerte / la historia de estos ni¤os. / ¨A d¢nde podr‚ ir que no se me sienta /tan culpable en la acci¢n de no hacer nada? Me llama la atenci¢n c¢moel poeta en este libro pone su foco en los ni¤os, la parte m s d‚bil y m s sensible en todos los conflictos; en su dolor, su soledad, suabandono, etc. No te quedes mirando / y ay£dame, lector, / a terminarcon sangre estos malditos versos, / porque vienen de las verdades£ltimas / por este arroyo, ahora, infranqueable, nos ruega Antonio San Miguel, impotente ante tanto desvalimiento. Por momentos me recuerdaa C‚sar Vallejo; por ejemplo, en sus versos de Poemas humanos: Unhombre pasa con un pan al hombro / ¨Voy a escribir, despu‚s, sobre midoble? [] Un alba¤il cae de un techo, muere y ya no almuerza /¨Innovar, luego, el tropo, la met fora?
GUILLERMO SUAZO