Nuestra época está infestada de fantasmas: existe un antagonismo cadavez mayor entre el proceso de abstracción acelerada de nuestras vidas-sea en el ámbito del universo digital o de las relaciones mercantiles- y el diluvio de imágenes pseudoconcretas que nos rodean. Ante esta situación, el pensamiento crítico tradicional habría procurado descubrir las raíces de las ideas abstractas en la realidad social concreta, pero, en la actualidad, el método adecuado es el inverso: partir de laimaginería pseudoconcreta para llegar a los procesos abstractos que estructuran nuestras vidas. Mediante ejemplos que abarcan desde las diferencias nacionales en el diseño de inodoros hasta la cibersexualidad y las repuestas de los intelectuales a la guerra, pasando por las sexualidades transgresoras y la música de Robert Schumann, Žižek explora las relaciones entre fantasía e ideología, el modo en el que la fantasía anima y estructura el goce al tiempo que protege de sus excesos, la relación del concepto