«Muchas son las cosas que el clero necesita, muchas son las cosas quepor el clero hemos de hacer, tanto en relación con su propiaidentidad, cuanto por la fecundidad de su ministerio pastoral. Nodudamos en afrontar los desafíos que las actuales circunstancias nospresentan, sabiendo que tendremos que superar muchas dificultades yfatigas. Somos conscientes de que el actuar es consecuencia del ser, y de que el ser, o el alma de todo apostolado, es la intimidad conDios. Precisamente en esta línea se pretende encauzar un movimientoespiritual que trata de evidenciar, por una parte, el vínculoontológico entre Eucaristía y Sacerdocio y, por otra, la especialmaternidad de María en relación con todos los sacerdotes: se quiereponer en marcha una cadena de adoración perpetua para la santificación de los clérigos, y dar un nuevo impulso a mujeres consagradas que,desde la tipología de la Santísima Virgen María, Madre del Sumo yEterno Sacerdote y Socia de su Redención, quieran adoptarespiritualmente a sacerdotes para ayudarlos con la ofrenda de sí, conla oración y la penitencia. En la adoración siempre se incluye el acto de reparación por las propias faltas, con intenciones particularesderivadas de las actuales» (De la «Carta de la Congregación delClero», p.7)