Publicado por primera vez en 1981, La agon¡a de Proteo que publicamoshoy en coedici¢n con la UNAM, constituye un paseo filos¢fico por lacondici¢n humana, en todo momento cambiante y en ocasiones inasible,expuesto con la lucidez ensay¡stica y tono sencillo que caracterizanel pensamiento de Nicol. El hombre es por definici¢n un serinconstante, y en su constante transformaci¢n funda su propiaexistencia, la cual s¢lo se ve amenazada por la uniformidad, que es la enfermedad mortal de Proteo. Todo aparece ante el hombre como un ente cambiante: no s¢lo su ontolog¡a, sino la realidad misma, el tiempo.La cuesti¢n del principio es un asunto inquietante. La realidad no essiempre como se ve.En este recorrido por las transformaciones, Nicol reflexiona sobre ese amplio abanico que define la complejidad humana: el amor, la palabra, la poes¡a, el arte y de ah¡ a la filosof¡a, a la ontolog¡a, a lapregunta por el logos y la dicotom¡a entre el bien y el mal o lalamentaci¢n por la mecanizaci¢n de la existencia.El bueno se distingue; tambi‚n el malo. Ser humano es ser distinto.Nadie puede perderse por cuenta ajena. ¿Qui‚n le arrebat¢ al hombre el privilegio de la originalidad en el bien y el mal? No habr sido eldiablo, porque tambi‚n ‚l prospera en la variedad. El hombreuniformado, el diablo uniformado, Proteo uniformado: todos est nagonizando.Las palabras del propio Eduardo Nicol ayudan a esclarecer lanaturaleza de este texto tan rico y diverso: "De todos [los ensayos],si son buenos, puede decirse que comienzan y acaban en cada p gina.Los temas son varios y permiten, casi obligan, a una lectura guiadas¢lo por el azar de la ocasi¢n. El ensayo es filosof¡a "da camera". Un libro que agrupe varios ensayos dispersos, o que trate de un solotema en estilo ensay¡stico, es como esas obras musicales que se llaman "suites" en las que verdaderamente no hay continuidad […] y a las que presta unidad solamente el estilo del autor.”