El estudio del origen jud¡o (o helen¡stico) del cristianismo noimplica, por s¡ mismo, afirmar la continuidad o la dependencia, comoalgunas personas creen, sino tambi‚n poner de relieve la posiblefractura o la novedad, o, m s bien, una posible superaci¢n. Unelemento com£n entre juda¡smo y cristianismo es precisamente lainmersi¢n en agua, que para los cristianos se ha convertido en lapuerta de entrada de la vida cristiana y para los jud¡os esfundamental como preparaci¢n lit£rgica en sus ceremonias.