Si existe un poeta del siglo XX en el que vida y obra se hermanan sinimpostura, ‚ste es Miguel Hern ndez. Su afici¢n a la lectura, su gusto por los cl sicos y la poes¡a transformaron su contacto con lanaturaleza en una fuente inagotable de inspiraci¢n, que aliment¢ susversos. La evoluci¢n de su obra se divide en cuatro etapas: tras susprimeras composiciones gongorianas y puristas (Perito en lunas),avanza hacia la poes¡a impura de Neruda y los poetas del 27, para darexpresi¢n al amor y a la crisis vital que lo acompa¤a (El rayo que nocesa). A comienzos de la guerra civil, su esperanza en la luchadesplaza su poes¡a hacia el lenguaje llano de la canci¢n popular y lal¡rica tradicional (Viento del pueblo y El hombre acecha). Pero susanhelos fracasan y el cansancio asoma en versos que alcanzan suexpresi¢n m s madura e ¡ntima, espantado por el espect culo b‚lico,herido por la muerte de su hijo y la forzada lejan¡a de la amada(Cancionero y romancero de ausencias). El poeta y novelista Jos‚ LuisFerris ha preparado esta antolog¡a, de la que afirma: «Pocas obraspresentan una coherencia tan s¢lida, tan rica de pasi¢n y de talento,tan unida a un origen y a un destino.»