Santiago Leal, promovido por el azar y la oportunidad al cargo deministro de Cultura del país, conoce un día a alguien que dice ser suhermano y que resulta estar además en posesión de inquietantessecretos que decide compartir con él.Poeta que ya no escribe, político sin fe y víctima de una insidiosadolencia física, la vida de Santiago se complica desde ese día, nosólo por tales revelaciones sino también porque la presenciainesperada de ese hermano convoca inevitablemente los fantasmas de unpasado que habría querido olvidar.Escrita con un pulso y una precisión al alcance de muy pocosescritores, Cerrar los ojos es también el magistral retrato de unperiodo en el que se edificaron los débiles cimientos de nuestrademocracia.Si bien la historia se desarrolla sobre el telón de fondo histórico de una época turbulenta de la transición democrática (los años de plomode ETA, la aparición de los GAL, la larga estancia del PSOE en elpoder...), son los combates internos de la conciencia de Santiago,además de sus renuncias y sus fracasos vitales, los que cobran unimportante relieve en la trama