Cuando pienso en […] Las chicas malas no transpiran me apareceinmediatamente la imagen de un colibr¡ aleteando frente a m¡; como si,efectivamente, existiera un peque¤o p jaro que lleva y trae relatos.[…] Narradora de maternidades sin falsas hipocres¡as, donde el amor noprotege del conflicto y mucho menos del dolor […], Laura Cukierman,en este primer libro, aletea y zumba frente a nosotros tray‚ndonosrelatos dif¡ciles de olvidar. Y sus lectores privilegiados no tenemosotra cosa que hacer que apoltronarnos con su libro frente a la ventanaque, irremediablemente, golpear .” DEL PROLOGO DE CLAUDIA PI¥EIRO