Los casos no existen per se, existen los expedientes que recogen lasinformaciones sobre el sujeto y su familia, la cronolog¡a de lasactuaciones, pero eso no basta para captar la l¢gica del caso.Necesitamos construir el caso a partir de un saber que ponga el focoen esa l¢gica, partiendo de la formulaci¢n de hip¢tesisinterpretativas de los fen¢menos observados y de las posicionessubjetivas, las de los diversos miembros de la familia y las nuestrasmismas, como profesionales que interactuamos con ellos. Para encontrar ese hilo conductor hay que aceptar que cada caso es £nico, singular,a pesar de todos los rasgos comunes que pueda tener con otros. Elm‚todo de la construcci¢n del caso, que hemos puesto a prueba en loscasos presentados propone una serie de casos como forma evaluativa del trabajo en red, proceso m s acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio sujeto como el primero que construye su casocomo una defensa frente a ese real que le desborda (violencia,ruptura, fracaso, exclusi¢n). Esa construcci¢n original, que tomamoscomo su invenci¢n, es nuestro punto de partida, no para asumirlaacr¡ticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y susactos. Esa operaci¢n s¢lo es posible si previamente hemos sido capaces de establecer un v¡nculo transferencial que permita que nuestrapalabra encuentre alg£n eco en el propio sujeto atendido.