Mientras pasa el fin de semana en familia, el brigada Bevilacquarecibe el aviso de que el cad ver de la alcaldesa de una localidadlevantina, cuya desaparici¢n hab¡a sido previamente denunciada por elmarido, ha sido hallado por unos turistas en la playa. Para cuandoBevilacqua y su equipo llegan y se hacen cargo de la investigaci¢n, el juez ya ha levantado el cad ver, las primeras disposiciones est ntomadas y se est preparando el funeral. El lugar es un avispero en el que se desatan todo tipo de rumores sobre la v¡ctima, una jovenpromesa que ven¡a a romper con los modos y corruptelas de los viejosmandarines del partido y que apostaba por renovar el modo de hacerpol¡tica. Adem s, el descubrimiento de su agitada vida sexual, quepuede calificarse de todo menos ins¡pida, arroja sobre el caso una luz perturbadora. Pero no hay mucho tiempo para indagar y en esta ocasi¢n Bevilacqua y Chamorro deben apresurar una hip¢tesis en un fuego deintereses cruzados, en el que la causa de la joven pol¡tica es tambi‚n la causa de la integridad personal, de la que el pa¡s entero parecehaberse apeado.