A lo largo de los catorce relatos que conforman «Daños colaterales»,las mujeres adquieren voz. Son protagonistas y narradoras de susexualidad, de la soledad y autosuficiencia que exige el siglo XXI, de los abusos sexuales, que aun ocurren, pero que fueron tan consentidos en los años ochenta.
Amor homosexual y heterosexual,desórdenes mentales, seducción, encuentros y desencuentros, muerte yvida, son desgranados en estas páginas con un lenguaje a veces brutal, pero no exento de poesía.