Segundo volumen de la trilogía que ha estado en boca demiles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LAPERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENÉTICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA,MUERE.Judith Rashleigh nos ha demostrado cómo, gracias a su trayectoria sangrienta, ha podido pasar de ser una becariaexplotada en una casa de subastas a convertirse en una marchante dearte internacional. Sí, Judith ha dejado una estela de sangre en sucamino, pero su nueva vida como galerista en Venecia, rodeada deelegancia y codicia, representa todo lo que siempre ha querido ser. Y, además, a puerta cerrada, la alta sociedad ofrece un montón delujuriosas actividades de las que Judith continúa disfrutando.Mientras ella maquina su futuro en medio de este sofisticado ambienteen Italia, su pasado reaparece de nuevo; Judith creía haber huido deParís sin dejar rastro, pero cometió un pequeño error, un detalle quela puede señalar directamente como culpable. Judith también oye en una fiesta un comentario lejano y aparentemente inocuo, pero que lerevela que alguien la está vigilando y anda tras su pista. Sininmutarse, sigue pensando en su carrera con una despreocupaciónsingular, mientras es invitada a valorar una colección de artecontemporáneo en la mansión privada de un millonario ruso. Unacolección de arte que Judith considera impresionante, pero que seniega a valorar. A partir de aquí, empieza una campaña siniestra deterror sutil al más puro estilo de la Stasi.Entonces, Elena, la que se convertirá pronto en exmujer del millonario ruso, visita aJudith. Elena ha descubierto el sórdido pasado de Judith, le confiesaque conoce su sangrienta trayectoria y amenaza con delatarla a la vezque le hace una proposición. Su marido cree que Judith ha robado undibujo de Caravaggio y le exige que se lo dé a cambio de ciertaprotección antes de que su marido le pida el divorcio. A cambio, lossecretos de Judith estarán a salvo.Solo hay dos problemas: elprimero es que Judith no tiene el dibujo, ni tampoco sabe dónde puedeestar. El segundo es que está convencida de que el dibujo en cuestiónse trata de una falsificación.Una vez más, Judith se encuentraen una encrucijada y siente que su única opción es escapar. En suhuida constante, Judith entrará en contacto con la escena artísticaunderground de Serbia, se moverá por los distritos másinsalubres de París y se dejará llevar por el hedonismo de la comunade St. Moritz, en una carrera contrarreloj por no ser descubierta. Loque Judith aún no sabe es que sus enemigos la han invitado a un juegopeligroso que va más allá, mucho más allá, del mundo del arte.