El pensamiento laborista en España, sin vincularse del sindicalismocomo su homólogo británico, surgió como un intento sincero y utópicode dar respuesta seria y eficaz a la problemática sociopolítica de ese momento, proponiendo un partido y un modelo, y un contrato socialdiferente, de orientación y contenido progresista, pero noexpresamente marxista. El partido laboralista fue fruto de una confluencia decenetistas, anarquistas, falangistas y demócratas independientes queunieron e integraron sus esfuerzos frente a modelos y partidos queconsideraron que no resolvían los problemas de España de esa coyuntura histórica irrepetible, admirable y constituyente del franquismotardío y, sobre todo, de la transición democrática. No existió unmimetismo entre el laborismo español y el británico, si bien ambospodrían ser incluidos dentro de las corrientes del llamado socialismoutópico.