14 de julio de 1099. Mientras Jerusal‚n se prepara para la invasi¢n de los cruzados, un griego conocido como el Copto convoca al pueblo,j¢venes y viejos, hombres y mujeres, a reunirse junto a ‚l. ¿Qu‚valores quedan cuando todo ha sido destruido? «Nadie sabe lo que nosreserva el ma¤ana, porque cada d¡a llega con el mal y con el bien. As¡ pues, al preguntar lo que dese is saber, olvidad las tropas que est n fuera de la ciudad y el miedo que est dentro de ella. Hablaremos, en cambio, de nuestra vida cotidiana, de las dificultades que debemosafrontar.» Mientras esperan el ataque enemigo, las gentes le preguntan acerca de la derrota y la soledad, la lucha y el cambio, la belleza,c¢mo encontrar el propio camino. Y despu‚s, sobre el amor y lalealtad, el destino, el sexo y la elegancia, el miedo y la ansiedad,la sabidur¡a y, tambi‚n, lo que aguarda en el futuro? Y las respuestas que obtuvieron siguen siendo v lidas ahora, mil a¤os despu‚s. Ellospreguntaron. El Copto contest¢.