«Algo de antigüedad y ruina, de esplendor y decadencia, late en lasficciones de Agustín García Simón, una mirada que recompone el pasadodesde la actualidad degradada de su espejo, un tiempo hostil que nutre la conciencia de las pérdidas y las desapariciones, entre elsufrimiento y la melancolía».LUIS MATEO DÍEZEl trazo que marca la vida de Heliodoro García Vallejo, en el territorio de la memoria de Hontanalta, es una línea de sombra en el natural contraste de su luz espléndida y la cruda realidad de la Castilla del siglo XX, desde sus primeros compases hasta el desarrollismo de los añossesenta, y el definitivo periclitar de la sociedad rural en lossetenta. Detrás del trampantojo secular de una vida rústica, estancada en las miasmas de la decadencia, surgen las pasiones descarnadas deunos seres ahormados por la inercia y la necesidad. Solo el tajo de la guerra sacudirá con su impacto rotundo las ondas de esta balsacenagosa, en que sus moradores, lejos de encontrar nuevos caminos,mimetizarán su existencia, adaptándola penosamente a un tiempo oscuroe interminable. No solo por su retrato psicológico y laajustada descripción de su contexto, sino por la belleza de sunarración y la riqueza excepcional de la lengua castellana, que aquíalcanza un nuevo esplendor, La herida del tiempo es unanovela extraordinaria en el panorama reciente de la literatura enespañol.