Ciudades suspendidas al borde del Sahara, trenes de alta velocidad que patinan en los glaciares, torres que se yerguen en atm¢sferas dejungla, volcanes dorados que vierten su lava en bah¡as de aceite,avenidas cuyo asfalto parpadea, militares que esperan tras los l serde un club nocturno, chiquillas que se hacen tatuajes en las enc¡ascon agujas, amigos de Mali, de Jap¢n y de Indonesia, situacionesvertiginosas...Una vida de viajes concebida como un aprendizaje de la libertad en unmundo exterior donde los turistas juzgan y juzgan, donde nuestracultura choca frontalmente con todo.