John Senior era perfectamente consciente de que para sanar a unenfermo que languidece, antes han de identificarse los motivos que locondujeron a languidez. Por ese motivo, unos años antes de lapublicación de La restauración de la cultura cristiana (1983),escribió el presente ensayo, en el que identifica los orígenes delcolapso de nuestra civilización, la católica: el industrialismodeshumanizador, el desprecio de la filosofía realista, la suciainmoralidad del modernismo, la autosuficiencia racionalista, lamentalidad científico-técnica...No lo hace, sin embargo, con ese tono decadente que caracteriza alpesimista. En su diagnóstico, que aúna rigor y belleza, exhaustividady lirismo, subyace un poso de esperanza. Así, Senior está convencidode que todo lo valioso que la modernidad (o sus múltiplessubproductos) ha echado a perder puede recuperarse. Y de que hacerlosólo depende de nosotros.Rigurosamente, paso a paso, durante los últimos cuatrocientos años,desde el triunfo del racionalismo y del liberalismo, y ahora delmodernismo, la persona de Cristo ha sido retirada de nuestraexperiencia. Las generaciones crecen en un vacío religioso, en unaatmósfera cargada, por así decir, con su ausencia. No sorprende que no sea conocido y que su nombre sea usado sólo como antigualla encomedias musicales vulgares que pretenden ser liturgias en lasiglesias. (John Senior).