Vuelve Vallejo, una de las voces más personales e iconoclastasde la literatura en español, con una poderosa diatriba contra la clase política y lo que sucede en el mundo. El memorialista loco de este libro sostiene que la democracia es el pernicioso sistemaelectoral de unos corruptos que van tras el botín del poder, pero quele permite por lo menos al ciudadano escoger entre el malo y el peor;que las patrias solo traen guerras; que las religiones han impedido el surgimiento de la moral y que por eso siguen existiendo los mataderos y nos seguimos comiendo a los animales; y que entre patrias yreligiones han logrado que hoy por hoy estemos en un mundo embotellado y atestado pero eso sí, muy bien cimentado: sobre un arsenal nuclear. Tesis que el lector sensato rechazará como despropósitos, pero que le harán gracia dada la forma tan disparatada en que se hanplanteado. Convertido en el más poderoso señor del país por ungolpe militar que lo catapulta al mando supremo, le rebaja una buenaparte de su población con una serie de happenings, como él los llama,dirigidos al fin que él considera el más noble: liberar a su patria,la empecinada Colombia, de sí misma. De las memorias queescribió al abandonar el poder por su propia voluntad y cansancio, noquedó más que un legajo de papeluchos inconexos que le dejó a susobrina, una editora de libros pornográficos y libertarios que mediolos ordenó y les puso título. Críticas:
«Un puñetazoa la Iglesia, la política y la sociedad.»
Juan Cruz, ElPaís «Una novela feroz sobre el presente de [Colombia] ydel mundo occidental donde casi nada queda en pie. [...] Una diatribacontra la clase política y lo que sucede en el mundo, con todo eldesacato de una escritura dotada de la mejor perturbación, de todo loque el lenguaje puede hacer de insólito cuando queman laspalabras.»
Antonio Lucas, El Mundo «Un libro que, sin duda, ayudará a entender esta época en el futuro.»
Semana(Colombia) «Cada libro suyo es un temblor y estasMemorias de un hijueputa superan los grados de intensidad de su propia escala de Vallejo para goce de sus lectores. Y no lectores.[...] Está escrito con la fuerza de la belleza del lenguaje que él usa como pocos.»
Winston Manrique, WMagazín «El arte deincendiar con letras.»
Juan Andrés Rodríguez, Wall StreetInternational Magazine «Una de las voces más personales,controvertidas y exuberantes de la literatura actual enespañol.»
Jurado del Premio FIL de Literatura «Su iraexplosiva es tan brillante, tan sonora, real, sincera, divertida aveces, cruel casi siempre, que su lectura es algo gozoso ytonificante.»
Pedro Almodóvar, www.clubcultura.com «Fernando Vallejo es tímido, inteligente, cariñoso, humilde; y también esperturbador, revolucionario, deslenguado, insólito.»
Juan Cruz,El País «Leer a Fernando Vallejo es uno de los contadosviajes literarios de verdadera intensidad que se pueden emprender enlengua castellana.»
Miguel Sánchez-Ostiz, ABC Cultural«Leyendo a Vallejo creemos oír a un loco, pero su discurso es tanapasionante y renovador que quisiéramos que no se acabaranunca.»
Je Paris «Vallejo escribe con los puños, ysus frases golpean donde hace daño.»
Le Monde des Libres «Merece este escritor un sitio de privilegio en la historia de lanarrativa.»
Arturo García Ramos, ABC Cultural «Unescritor del mal, una máquina de odiar y de escribir bien. Leer aFernando Vallejo es como comer cristales e ir al Bulli a la vez.Delicatessen literaria.» Juan Ramón Lucas, La brújula(ONDA 0)