A lo largo del reinado de Carlos II (1665-1700) la arquitecturaespañola se distinguió por la práctica de un gusto barrococaracterizado por la inflación decorativa y la desatención a losórdenes clásicos, que provocó el rechazo y la condena de losacadémicos ilustrados. En el territorio asturiano sus principalesrepresentantes fueron los maestros locales Francisco Menéndez Camina(c.1629-c.1694) y su hijo Francisco Menéndez Camina el Mozo(c.1662-?1719), quienes superpusieron a los esquemas constructivostradicionales un ornamento imaginativo y recargado, donde cualquiermotivo podía tener encaje. Además, la adopción de los sistemasprofesionales desarrollados por los maestros montañeses, quienes hasta entonces habían dominado la construcción en el Principado, junto consu competencia técnica y la modernidad de su propuesta artística lesproporcionaron la hegemonía arquitectónica durante ese periodo. Sinembargo, la proscripción académica del estilo causó la postergación de su obra y los sumió en un olvido histórico del que han comenzado arecuperarse hace unas décadas.