Amar es transformarse, transformar al otro y con ello al mundo quenos rodea. El amor es una forma de resistencia, un modo de plantarcara a las injusticias, es luchar por un mundo distinto, mejor. Y, enMi chica revolucionaria, Diego Ojeda lucha contra todo porque est enamorado desde los dedos me¤iques de los pies hasta el rev‚s delalma. Diego Ojeda es sentimiento desbordante, es afecto desatado. Yprecisamente es ese desajuste entre la utop¡a del amor que vive en ‚ly la realidad de este pa¡s -sumido en crisis y expoliado por suspropios gobernantes, abonado a corruptelas-, ese desfase entre sucari¤o sin barreras y esta desdemocracia, esta bancacracia en la quevivimos, lo que da lugar al tono ir¢nico e incendiario de algunos delos versos de este poemario. Las chicas revolucionaias andan sueltas,vuelan sin bragas y llevan en el bolso un libro de poemas.