¨Qu‚ me impide amar mi vida? He aqu¡ la pregunta m s peligrosa, perotambi‚n la m s constructiva que uno pueda hacerse en ciertos momentosde la existencia. La respuesta quiz nos conduzca a dar un girocompleto, a cambiar de oficio o a decidir vivir en soledad con ungato, por ejemplo. En la vida nunca nada marcha bien si uno se niegaa experimentar, a ser el objeto de los dem s. Bien o mal, con‚xitos, con fracasos, yo me manej‚ m s o menos as¡ desde la m stierna infancia; supe de grandes dolores, de grandes pesares ?uno nopuede ser feliz todo el tiempo--, conoc¡ grandes amores y tambi‚n loshonores... En realidad, los cuarenta primeros a¤os fueron los m sduros... Cuarenta, s¡. Es absurdo creer que se es feliz porque uno esjoven. El impulso vital es maravilloso. Pero no basta para decirnosqu‚ estamos haciendo en este mundo. La idea de escribir este librose me ocurri¢ un d¡a en que yo echaba pestes contra los peque¤osachaques de la vejez y cuando, sin querer, volqu‚ una caja llena defotograf¡as. He acumulado fotograf¡as de todo tipo, con las personasc‚lebres que entrevist‚ en las diversas circunstancias de mi vidap£blica. Ya me dispon¡a a tirar todo aquello cuando una fotodescolorida, una Polaroid, atrajo mi mirada. Fijaba un momento que yohab¡a olvidado por completo y que entonces tuvo una resonancia en elpresente. Pens‚ que aquel era un buen punto de partida para viajarpor el pasado en zigzag, seg£n el capricho de las fotos que fuerancayendo en mis manos. Esta es una manera muy poco ortodoxa deconstruir un libro, pero es una manera que est m s cerca de lamemoria de lo que lo est n las memorias!. -Fran‡oise Giroud