Cada uno de los tres ensayos Pasiones, Salvo el nombre y Khoraconstituye una obra independiente y puede leerse como tal. Si, noobstante, se juzg¢ oportuno publicarlos simult neamente, fue porque,pese al origen singular de cada uno de ellos, los recorre el hilo deuna misma tem tica: forman una suerte de Ensayo sobre el nombre.
Pasiones dice un secreto absoluto, a la vez esencial y ajeno a lo quese llama en general con el nombre de «secreto». Para llegar all¡ hab¡a que poner en escena, en la repetici¢n m s o menos ficticia de un«esto es mi cuerpo» y en el transcurso de una meditaci¢n sobre lasparadojas de la cortes¡a, la experiencia en que se arrebata una deudaincalculable: Si hay deber, ¿no debe consistir en no deber? ¿En deberno deber actuar «conforme al deber», y ni siquiera, como dir¡a Kant,«por deber»? ¿Cu les pueden ser sus consecuencias ‚ticas o pol¡ticas?¿Qu‚ debemos escuchar bajo ese nombre: «deber»? ¿Y qui‚n puedeencargarse de llevarlo con responsabilidad?