Hay plantas que crecen donde deben y otras que crecen donde quieren.Si bien este magey se origin¢ en el anterior libro de Ángela Segovia, Amor divino, el mismo paisaje donde hab¡a arraigado se extendi¢ hacia una direcci¢n tan imprevista que al cabo se volvi¢ una plantaex¢tica.
La decisi¢n de trasplantarla fuera dellibro no fue f cil. As¡ lo expresaba la autora en un correoelectr¢nico poco antes de la publicaci¢n de Amor divino:
®He tenido que quitar la parte del magey porque ya no entraba,esto me ha dado mucha pena, pero para ser honesta con el libro me haparecido que deb¡a irse fuera, no lo s‚, he pensado que quiz s podr¡apublicarse en forma de plaquetita m s adelante¯.
Aparecen ahora, por fin, en forma de libro, y con respiraci¢npropia, estas p ginas, que pueden leerse como un brote lateral,cristales misteriosos con sus nudos r¡tmicos y agramaticales. Un drama de amor y celos acompa¤ado, adem s, de un ensayo que ilumina elconcepto de l¡rica y se cuestiona por las v¡as en que se expresa hoyel lenguaje sentimental.