Religi¢n secular, la £ltima obra de Hans Kelsen, conoci¢ una peculiarperipecia editorial. Despu‚s de a¤os de preparaci¢n y reescritura,durante los cuales el autor fue dando al texto otros t¡tulos comoDefensa de la modernidad o ¿Religi¢n sin Dios?, cuando el libro estaba por fin a punto de ver la luz, en 1964, Kelsen decidi¢ retirarlo.Pero la singularidad de este escrito estriba tambi‚n en que en ‚lKelsen se presenta en una faceta distinta de la m s conocida dete¢rico del derecho y jurista positivo. Su prop¢sito declarado escombatir la interpretaci¢n de ciertas filosof¡as de la historia ysociolog¡as modernas como formas de religi¢n disfrazada, y discutir la visi¢n de algunas ideolog¡as pol¡ticas de la modernidad comoreligiones seculares. Esta interpretaci¢n hab¡a sido propugnada demanera destacada por Eric Voegelin, con cuya obra La nueva ciencia dela pol¡tica (1952) Kelsen ya se hab¡a ocupado cr¡ticamente.El movimiento representado por esta teor¡a de la gnosis modernacumple, como escribe Kelsen en la «Conclusi¢n» de este libro, unafunci¢n social e hist¢rica muy precisa: «Provocado por lainestabilidad social que ha seguido a dos guerras mundiales, laRevoluci¢n rusa y el establecimiento del comunismo en grandes regiones del mundo, este movimiento pretende un retorno de la religi¢n a lapol¡tica, y de la teolog¡a a la ciencia. Pues se asume que solomediante este retorno, y esto significa: mediante la convicci¢n de que el orden social democr tico-capitalista preservado en el hemisferiooccidental se corresponde con la voluntad de una autoridadtrascendente y, por tanto, absoluta, puede quedar dicho ordenabsolutamente justificado en su conflicto con el comunismo». Pero,seg£n Kelsen, la ciencia, en cuanto conocimiento racional y objetivode la realidad emp¡rica, solo puede describir y explicar, nojustificar ning£n sistema social o pol¡tico. Como tampoco puede lademocracia sustentarse en un valor absoluto, m s all de larelatividad de los valores contenidos en la experiencia humana.