El señor serpiente acaba de despertarse del letargo y busca amigos.Pero no todo lo que se mueve, o es alargado, o delgado es unaserpiente. El señor serpiente se mueve por un jardín y cada vez quecree haber encontrado un amigo, en realidad se equivoca. ¿Qué habrápasado? ¿Por qué hay tantos objetos esparcidos por el suelo? ¿Uncinturón, una manguera, un cable eléctrico…? Mientras el señor serpiente decide parar de buscar, sin saber que unasorpresa le espera detrás de la esquina, en la otra punta del jardínhay un señor bastante molesto.Un cuento que, al mismo tiempo que plantea un juego con las formas ylas figuras que aparecen en los márgenes de la página, le habla allector de algunos pequeños detalles y coincidencias que hacen de lavida algo sorprendente.