Hab¡a una vez veinticinco soldaditos de plomo todos iguales: uniformerojo, fusil al hombro y mirada fija. Solo el £ltimo era diferente:estaba sobre una sola pierna porque, cuando lo fundieron, el plomo sehab¡a terminado.Los ni¤os que los hab¡an recibido de regalo los pusieron todos de piesobre la mesa.