Yerma -drama de la mujer estéril-, es un poema puesto en escena, con los elementos justos de la tragedia clásica y con la intensidad permanente que requiere el desarrollo poético tanto de los hechos como de las palabras. Es decir, una obra de aparente inmovilidad, con un desarrollo interior y obsesivo del personaje central. Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores- de corte romántico y sentimental- es, en palabras de Lorca, la vida mansa por fuera y requemada por dentro de una doncella granadina, que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa grotesca y conmovedora que es una solterona en España.