Tras dieciocho a¤os de exilio voluntario en Canad , Edgardo Vega se ve obligado a regresar a El Salvador para acudir al entierro de sumadre. Ya el viaje, «una espeluznante traves¡a», se le haceinsoportable, y sus compatriotas, que le resultan repulsivos, provocan en ‚l una ansiedad que no le abandonar hasta que se marche del pa¡s. Todo esto se lo cuenta de manera torrencial a Moya, antiguo compa¤ero de colegio con quien, durante su estancia, sale a tomar unas copas yquien, posteriormente, reproducir el brutal mon¢logo de Edgardo Vega. En efecto, Vega, que siente un profundo desprecio hacia El Salvador,arremete contra todo: contra el papel de la Iglesia en la sociedad,contra la incultura, la pol¡tica y los pol¡ticos, e incluso contra supropia familia... Sin dejar t¡tere con cabeza, vomita sus cr¡ticas demodo despiadado, hasta el punto de que su discurso, y ‚l mismo, seidentifican con el l£cido e implacable escritor Thomas Bernhard.