Perec declar¢ que El Condotiero fue la primera novela que consigui¢escribir. Medio siglo despu‚s de su redacci¢n -entre 1957 y 1960- ytreinta a¤os despu‚s de la muerte del escritor, el 3 de marzo de 1982, descubrimos una obra de juventud de la que se hab¡a perdido el rastro y que ha sido milagrosamente recuperada.Gaspard Winckler, el h‚roe de la novela, se ha dedicado durante mesesa pintar un Condotiero falso, una copia perfecta que no tiene nada que envidiar al expuesto en el Louvre que pintara Antonello da Messina en 1475. Pero Gaspard, pr¡ncipe de los falsificadores, no es m s que elsimple ejecutor de las ¢rdenes de Anatole Madera. Y, como en unanovela polic¡aca, la primera p gina del libro se abre con el asesinato de Madera por Winckler. ¿Por qu‚ esa muerte? ¿Por qu‚ GaspardWinckler siente que ha fracasado en su proyecto de igualar a Antonello da Messina? ¿Qu‚ buscaba queri‚ndose convertir en un virtuoso de lofalso? ¿Qu‚ deseaba captar en esa imagen de fuerza y de poder quetransmite el rostro del guerrero? ¿Y por qu‚ vive el asesinato deMadera como una liberaci¢n?El tema de la impostura recorre toda la obra de Perec. Un personaje de ficci¢n llamado Gaspard Winckler vuelve a aparecer en otras novelasdel autor como La vida instrucciones de uso y W o el recuerdo de lainfancia. Y El gabinete de un aficionado, la £ltima novela que elescritor franc‚s public¢ en vida, es una prodigiosa construcci¢nerigida en torno a los hechizos de la copia y de lo falso. ElCondotiero permite entrever lo que est en juego en esta b£squeda: laconquista de lo verdadero a trav‚s de la falsificaci¢n.«Esta novela da a los libros que le siguieron un nuevo comienzo, unanueva perspectiva, invita a su relectura... El Condotiero provoca esafascinaci¢n por los or¡genes que todos experimentamos; y no solamenteilumina la obra posterior de Georges Perec, sino que tambi‚n haceposible que nos acerquemos al autor de una forma totalmente nueva»(Christine Montalbetti, Le Monde).«Una verdadera-falsa novela policiaca, l£dica y existencial que revela ya algunas obsesiones del futuro autor de Las cosas» (Baptiste Liger, Lire).«¿Qu‚ hacer para estar a la altura, pero manteniendo cierta distancia, de los libros que te han impulsado a escribir? Esa es la cuesti¢n que se plantean todos aquellos para quienes la escritura es la vida. Lamisma que se hace Perec en 1959, cuando declara: "He le¡do Moby Dick.No vale la pena escribir si no se aspira a crear una obra de esecalado." El Condotiero no encuentra la ballena blanca, pero va trasella» (Philippe Lan‡on, Lib‚ration).«La novela nos conduce a una idea de la literatura que a vecesolvidamos, y que la obra de Georges Perec, como la de Jorge LuisBorges, se ocupa de recordarnos: que la grandeza no surgenecesariamente de la originalidad, que la cuesti¢n de la imitaci¢nest en el coraz¢n de toda creaci¢n» (Tiphaine Samoyault, La Quinzaine litt‚raire).