Luis Mateo D¡ez nos ofrece en 'Los desayunos del Caf‚ Borenes' dostextos que se complementan en sus intenciones. El primero, que dat¡tulo al volumen, es el relato de los encuentros de un novelista conlos amigos que acuden a la cita del desayuno en el Caf‚ de una de sus'ciudades de sombra', y que divagan y dialogan con desatadalocuacidad, sobre lo que la ficci¢n supone en sus vidas. En el segundo texto, titulado 'Un callej¢n de gente desconocida', Luis Mateo D¡ezhace un recuento de su pensamiento literario, el aval de una identidad de escritor que podr¡a considerarse como una po‚tica personal, noexenta de una comprensiva pedagog¡a. Sin que el juego de espejos entre los dos textos quiera contraponer las ideas y elucubraciones detantas opiniones apasionadas y discutibles, acaso sea ese mismo juegoel que mejor unifique la propia idea del libro. Un libro pococomplaciente en sus intenciones con mucho de lo que ahora mismo leemos y vivimos, con la degradaci¢n que nos rodea y la sensaci¢n de quecada d¡a, como dice uno de los desayunadores, son m s frecuentes 'lasnovelas que no son novelas escritas por novelistas que no sonnovelistas para lectores que no leen.' Se tratar¡a, al fin, de unjuego entre la lucidez y el des nimo, el humor y la melancol¡a.