Conforme a su autocomprensi¢n normativa, el derecho moderno seinspira en la idea de autonom¡a. Un sistema jur¡dico realiza estaidea y cobra ‚l mismo (frente al poder social y la lucha por el poderpol¡tico) una autonom¡a a la altura de ella cuando tamo la producci¢nlegislativa como la administraci¢n de justicia garantizan unaformaci¢n imparcial de la opini¢n y de la voluntad y hacen que tantola pol¡tica como el derecho queden embebidos de procedimientos quepermitan el uso p£blico de la raz¢n. No puede haber autonom¡a delsujeto, ni derecho aut¢nomo, no pueden haber Estado de derecho, sinque la idea racional de democracia sea tambi‚n una realidad. Sinembargo, el cumplimiento de esa promesa subyacente en el derechomoderno parece hoy tan imposible, como imposible resulta renunciar aella. En la teor¡a pol¡tica y la teor¡a del derecho se dividen elterreno planteamientos puramente normativistas y planteamientossociol¢gicos. En esta su obra mayor sobre la teor¡a discursiva delderecho y del Estado democr tico de derecho, Jrgen Habermasdespliega su investigaci¢n en un amplio campo en el que se articulanperspectivas metodol¢gicas (la del observador y la del participante),distintos objetivos te¢ricos (el de comprender y reconstruirelementos normativos y el de describir y explicar la realidademp¡rica), las diversas perspectivas ligadas a los distintos papeles(el juez, el pol¡tico, el legislador, el cliente de laAdministraci¢n, el ciudadano) y distintos procedimientos en la formade plantear la investigaci¢n (hermen‚utica, cr¡tica, ideol¢gica,hist¢rico-conceptual, etc.). La contribuci¢n de Habermas rompe as¡con la forma tradicional de hacer filosof¡a del derecho y filosof¡apol¡tica, aun asumiendo y sometiendo a validaci¢n socio l¢gica losplanteamientos de ambas, que hoy siguen siendo tan imprescindiblescomo siempre.