«Amaia dio un paso adelante para ver el cuadro. Jasón Medinaaparecía sentado en el retrete con la cabeza echada hacia atrás. Uncorte oscuro y profundo surcaba su cuello. La sangre había empapado la pechera de la camisa como un babero rojo que hubiera resbalado entresus piernas, tiñendo todo a su paso. El cuerpo aún emanaba calor, y el olor de la muerte reciente viciaba el aire.»Un año después de resolver los crímenes que aterrorizaron al pueblo de Elizondo, la inspectora Amaia Salazar acude embarazada al juiciocontra Jasón Medina, el padrastro de Johana Márquez, acusado deviolar, mutilar y asesinar a la joven imitando el modusoperandi del basajaun. Pero, tras el suicidio del acusado,el juicio debe cancelarse y Amaia es reclamada por la policía porquese ha hallado una nota que contiene un escueto e inquietante mensaje:«Tarttalo». Esa sola palabra destapará una trama terrorífica tras labúsqueda de la verdad.