Ahí estaba Valeria, en la parada del autobús, un lunes de septiembre,pensando en sus cosas. Pendiente también de su teléfono, esperando que Laura le contestase a su último mensaje, sospechando que susexcompañeras hubiesen montado otro grupo de chat sin ella. Entonceslevantó los ojos. Y la encontró. En la parada de enfrente. La otra. Su doble, idéntica a ella. ¿Qué harías tú si te tropezases con alguienigual que tú? ¿Que no hay nadie como tú? Claro que sí. No te piensesque eres tan especial. No eres irrepetible, ni un ejemplar único. Sino has encontrado nunca a nadie igual, sigue buscando. A Valeria lecambió la vida.