Encerrado en un sanatorio mental, Salvatore Cippico rememora lo que ha sido su vida, que atraviesa los horrores del siglo XX, al tiempo querepresenta la dignidad de quien se sacrifica por una causa universal.Cippico fue militante del partido comunista, combati¢ en la GuerraCivil espa¤ola, luego fue militar del ej‚rcito yugoslavo en la Segunda Guerra Mundial. Lo deportaron al campo de concentraci¢n de Dachau y,posteriormente, fue a parar al gulag de Goli Otok. En los a¤oscincuenta, emigrar a Australia, donde un siglo atr s tambi‚n termin¢sus d¡as el dan‚s Jorgen Jorgensen, quien pasar de autoproclamarserey de Islandia a ser condenado a trabajos forzados en Australia. Undelirio de voces en el que resuenan las de otros malogradosrevolucionarios perdidos en los pliegues de la historia. Magrisrecuenta aqu¡ los restos de un naufragio colectivo y ofrece unameditaci¢n acerca de la utop¡a como la £ltima odisea posible, sinesperanza de retorno a casa.