®Vivimos tiempos cr¡ticos y por eso creativos. En los £ltimoscincuenta a¤os ha cambiado la cartograf¡a pol¡tica e ideol¢gica delmundo. Cayeron estructuras y con ellas muchos esque-mas mentales.Quedaron los sue¤os. Como pertenecen a la sustancia del ser humano,siempre quedan. Permiten nuevas visiones y proporcionan el entusiasmonecesario para el pensamiento y la creatividad. Junto a los sue¤osconvive tambi‚n mucho sufrimiento. Muchos perdieron la estrella-gu¡a.Otros fueron destruidos por dentro, incapaces de entender la ruina detantas visiones generosas. Viven solo porque no mueren. Pero dentroya les cortaron las fuentes de la esperanza. El sufrimiento, m s quela admiraci¢n, hace pensar. Los textos que aqu¡ reunimos nacieron enlos £ltimos a¤os, bajo el impacto de las convulsiones hist¢ricas quese dieron y sufrieron y que afectaron biogr ficamente tambi‚n alautor. l cambi¢ de camino, no de rumbo. Salt¢ a otra trinchera, perono abandon¢ la lucha. Estas reflexiones son fruto de la crisis, quesiempre posee una funci¢n de crisol. Como un crisol, ella libera eloro de la ganga. Lo esencial sale a la vista. Con ello podemosconstruir. O se hace simiente de un nuevo camino. Por eso, los textosvienen cargados de esperanza. Todav¡a hay provisiones para el viaje.El agua de la cantimplora alcanza todav¡a para un buen trecho delcamino. Podemos seguir adelante. El fuego interior arde e indica ladirecci¢n cierta. Entonces ya no necesitamos m s la voz. Sabemoscantar tambi‚n en silencio. Es la m¡stica¯. Leonardo Boff, Apertura