Hans M., domador de leones, deambula por la ciudad -tan desconocidapara ‚l como cualquier otra- tras haber perdido su trabajo. Hans seha quedado sin leones. Su propietario, un cazador suizo, ha declinadola renovaci¢n del contrato de alquiler de los animales. Solo, bajo lalluvia, Hans advierte que su soledad es distinta a la de siempre.Antes era la de los desarraigados, de los n¢madas. Ahora, esa soledadha sido invadida por el miedo. Un miedo implacable, absoluto,terrible. Para sobrevivir a ese miedo, Hans emprende un viaje deregreso hacia s¡ mismo. Ahondando en el recuerdo hallar las fuerzasque le permitan vencer al miedo que le paraliza y a su consecuenciainexorable: la Muerte.